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Mostrando entradas de 2023

Pausa 💫

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De vez en cuando hay que hacer una pausa contemplarse a sí mismo sin la fruición cotidiana examinar el pasado rubro por rubro etapa por etapa baldosa por baldosa y no llorarse las mentiras sino cantarse las verdades. 🧚‍♀️ Mario Benedetti Henry Meynell Rheam,  The Lady Of Shalott

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Lanzar los dados

  Si vas a intentarlo, ve hasta el final. De otra forma ni siquiera comiences. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. Esto puede significar perder novias, esposas, parientes, trabajos y, quizá tu cordura. Ve hasta el final. Esto puede significar no comer por 3 o 4 días. Esto puede significar congelarse en la banca de un parque. Esto puede significar la cárcel. Esto puede significar burlas, escarnios, soledad… La soledad es un regalo. Los demás son una prueba de tu insistencia, o de cuánto quieres realmente hacerlo. Y lo harás, a pesar del rechazo y de las desventajas, y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado. Si vas a intentarlo, ve hasta el final. No hay otro sentimiento como ese. Estarás a solas con los dioses y las noches se encenderán con fuego. Hazlo, hazlo, hazlo. Hazlo. Hasta el final, hasta el final. Llevarás la vida directo a la perfecta carcajada. Es la única buena lucha que hay. Charles Bukowski

So little time...

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Vida 💫

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Un pájaro de papel en el pecho dice que el tiempo de los besos no ha llegado; vivir, vivir, el sol cruje invisible, besos o pájaros, tarde o pronto o nunca. Para morir basta un ruidillo, el de otro corazón al callarse, o ese regazo ajeno que en la tierra es un navío dorado para los pelos rubios. Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse; aquí en la sombra sueño con un río, juncos de verde sangre que ahora nace, sueño apoyado en ti calor o vida. 🧚‍♀️ Vicente Aleixandre Lawrence Alma-Tadema, The Roses of Heliogabalus  (1888)

El poema

El poema no es el canto que del grillo hasta la rosa crece. El poema es el grillo es la rosa y es aquello que crece. Es pensamiento que excluye una determinación en la fuente donde él fluye y en aquello que describe. El poema es lo que en el hombre más allá de sí se atreve. Y los sucesos son piedras que trasciende la poesía en la ya lejana noción de describirlas. La misma noción es solo nostalgia que se desvanece en la poesía. Pura intención de cantar lo que no conoce. Natália Correia

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 ¿Mi tierra? 💫

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¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte para mí están adonde no estés tú. ¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú? 🧚‍♀️ Luis Cernuda John William Waterhouse, Dolce Far Niente  (1879)

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     <<El mundo dormía penumbroso y humeante. (...) Pero incluso en su sueño, aquel era un mundo incómodo, cruel, agitado por el ruido de un tren o algún camión grande en la carretera, alumbrado por el estallido rosado de los hornos. Era un mundo de hierro y carbón, la crueldad del hierro y el humo del carbón y la infinita, infinita, avaricia que lo movía todo. Solo avaricia, avaricia agitada en su sueño>>. D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

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Vuelve, mi dulce lira 💫

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Vuelve, mi dulce lira, vuelve a tu estilo humilde, y deja a los Homeros cantar a los Aquiles. Canta tú la cabaña con tonos pastoriles, y los épicos metros a Virgilio no envidies. No esperes en la corte gozar días felices, y vuélvete a la aldea, que tu presencia pide. Ya te aguardan zagales que con flores se visten, y adornan sus cabezas y cuellos juveniles. Ya te esperan pastores, que deseosos viven de escuchar tus canciones, que con gusto repiten. Y para que sus voces a los ecos admiren y repitan tus versos los melodiosos cisnes, vuelve, mi dulce lira, vuelve a tu tono humilde, y deja a los Homeros cantar a los Aquiles. 🧚‍♀️ José Cadalso John Anster Fitzgerald, The Fairies' Favourite  (c. 1860)

Rima I: Yo sé un himno gigante y extraño

Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras. Yo quisiera escribirlo, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh, hermosa! si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, contártelo a solas. Gustavo Adolfo Bécquer

La novela...

     <<(...) la novela, con un tratamiento adecuado, puede poner al descubierto los recovecos más secretos de la vida: porque son los lugares pasionalmente secretos de la vida, por encima de todo, los que la marea de la conciencia sensible debe cubrir y dejar al descubierto, limpiar y refrescar>>. D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

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Objetos perdidos

Por veredas de sueño y habitaciones sordas tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y llamándome pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo si la cifra se mezcla con las letras del sueño, si solamente estás donde ya no te busco. 🧚‍♀️ Julio Cortázar

A Dulcinea del Toboso

¡Oh, quién tuviera, hermosa Dulcinea, por más comodidad y más reposo, a Miraflores puesto en el Toboso, y trocara sus Londres con tu aldea! ¡Oh, quién de tus deseos y librea alma y cuerpo adornara, y del famoso caballero que hiciste venturoso mirara alguna desigual pelea! ¡Oh, quién tan castamente se escapara del señor Amadís como tú hiciste del comedido hidalgo don Quijote! Que así envidiada fuera, y no envidiara, y fuera alegre el tiempo que fue triste, y gozara los gustos sin escotes. Miguel de Cervantes Saavedra

Lisboa...

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el 2 de Jul de 2016 a la(s) 8:16 PDT

 A una alondra 💫

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¡Sé bienvenido, jubiloso espíritu! No fuiste nunca un pájaro, tú, que desde los cielos o cerca de sus lindes, el corazón derramas en profusos acentos, con arte no pensado. Alta, siempre más alta, de la tierra te lanzas como nube de fuego; por el azul revuelas y cantando, te ciernes y, cerniéndote, cantas. En dorados relámpagos del sol, ya trasmontado, donde se encienden nubes, flotas tú y te deslizas como gozo sin cuerpo que empieza su carrera. La tardecita pálida y purpúrea, en torno de tu vuelo se funde: como estrella del cielo, al ser día, invisible eres tú, pero escucho tu voz dulce y aguda, fina como las flechas de la esfera de plata, cuya viva luz mengua en la blanca alborada, y ya, sin verla apenas, lejana la sentimos. Todo el aire y la tierra de tus trinos se colman: así, en la noche pura, desde una nube sola, derrama luz la luna y se inundan los cielos. No sabemos quién eres. Y a ti más parecido ¿qué habrá? De la irisada nube no fluyen nunca gotas tan radiantes, como de tu pre

Y...

     <<Y oscuramente se dio cuenta de una de las grandes leyes del alma humana: y es que cuando un espíritu sentimental recibe una herida que no mata al cuerpo, el alma parece irse recuperando a medida que se recupera el cuerpo. Pero es solo una apariencia. Se trata solo del mecanismo de la costumbre que vuelve a ponerse en marcha. Lenta, lentamente, la herida del alma comienza a hacerse notar otra vez, como una contusión que va profundizando lentamente su terrible dolor hasta llenar la mente por completo. Y cuando creemos que nos hemos recuperado y olvidado es justamente cuando nos enfrentamos al peor aspecto de los efectos secundarios>>. D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

La librería más famosa del mundo... ♡

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Son los ríos 💫

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Somos el tiempo. Somos la famosa parábola de Heráclito el Oscuro. Somos el agua, no el diamante duro, la que se pierde, no la que reposa. Somos el río y somos aquel griego que se mira en el río. Su reflejo cambia en el agua del cambiante espejo, en el cristal que cambia como el fuego. Somos el vano río prefijado, rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado. Todo nos dijo adiós, todo se aleja. La memoria no acuña su moneda. Y sin embargo hay algo que se queda y sin embargo hay algo que se queja. Jorge Luis Borges John William Waterhouse, Echo and Narcissus  (1903)

Cruzando el agua

Lago negro, bote negro, dos personas recortadas en papel negro. ¿Adónde van los árboles negros que beben aquí? Sus sombras deben cubrir Canadá. Entre las flores acuáticas se filtra algo de luz Sus hojas no quieren apurarnos: son redondas, planas y están llenas de avisos oscuros. Del remo se sacuden mundos fríos. El espíritu de la negrura está en nosotros, en los peces. Un tronco levanta una mano pálida para decir adiós. Las estrellas se abren entre los lirios. ¿No te encandilan sirenas tan inexpresivas? Este es el silencio de las almas absortas. Sylvia Plath

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Eternidad 💫

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Quien a sí encadenare una alegría malogrará la vida alada. Pero quien la alegría besare en su aleteo vive en el alba de la eternidad. 🧚‍♀️ William Blake Luis Ricardo Falero, The human soul  (1894)

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     <<Yo puedo ser buen escritor o puedo ser malo, pero soy escritor (...), eso es lo que soy y lo único que puedo ser. De eso no hay duda>>. D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

La sirenita de Funchal...

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el 27 de Ago de 2017 a la(s) 4:04 PDT

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Edward F. Brewtnall, A Visit to the Witch  (1882)

Encuentro nocturno

El mar gris y la extensa tierra negra; y la dorada media luna flotando bajo, y las tímidas y asustadas olas que saltan dormidas en ardientes círculos; Mientras gano la costa en la ansiosa proa, que solo apaga su vigor en la arena fangosa. Entonces surge una milla de perfumadas playas; tres campos a la cruz de una granja aparecen; un golpe en el cristal; un rasguño agudo y rápido, las chispas azules de una lámpara que se enciende, y una voz, aún más silenciosa, con sus alegrías y miedos, que los dos corazones que se agitan en la noche. Robert Browning

Funchal...

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el 12 de Sep de 2017 a la(s) 1:54 PDT

Cerrando los ojos 💫

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Huyo del mal que me enoja buscando el bien que me falta. Más que las penas que tengo me duelen las esperanzas. Tempestades de deseos contra los muros del alba rompen sus olas. Me ciegan los tumultos que levantan. Nido en el mar. Cuna a flote. La flor que lucha en el agua me sostiene mar adentro y mar afuera me lanza. Cierro los ojos y miro el tiempo interior que canta. Manuel Altolaguirre John William Waterhouse, Boreas  (1903)

D. H. Lawrence...

   <<La nuestra es esencialmente una época trágica, así que nos negamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se ha producido, estamos entre las ruinas, comenzamos a construir hábitats diminutos, a tener nuevas esperanzas insignificantes. Un trabajo no poco agobiante: no hay un camino suave hacia el futuro, pero le buscamos las vueltas o nos abrimos paso entre los obstáculos. Hay que seguir viviendo a pesar de todos los firmamentos que se hayan desplomado>>.  D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

Beauté...

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el Abr 2, 2018 at 3:53 PDT

Ven, camina conmigo 💫

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Ven, camina conmigo, solo tú has bendecido alma inmortal. Solíamos amar la noche invernal, Vagar por la nieve sin testigos. ¿Volveremos a esos viejos placeres? Las nubes oscuras se precipitan ensombreciendo las montañas igual que hace muchos años, hasta morir sobre el salvaje horizonte en gigantescos bloques apilados; mientras la luz de la luna se apresura como una sonrisa furtiva, nocturna. Ven, camina conmigo; no hace mucho existíamos pero la Muerte ha robado nuestra compañía -Como el amanecer se roba el rocío-. Una a una llevó las gotas al vacío hasta que solo quedaron dos; pero aún destellan mis sentimientos pues en ti permanecen fijos. No reclames mi presencia, ¿puede el amor humano ser tan verdadero? ¿puede la flor de la amistad morir primero y revivir luego de muchos años? No, aunque con lágrimas sean bañados, Los túmulos cubren su tallo, La savia vital se ha desvanecido y el verde ya no volverá. Más seguro que el horror final, inevitable como las estancias subterráneas donde ha

Pido la paz y la palabra

Escribo en defensa del reino del hombre y su justicia. Pido la paz y la palabra. He dicho «silencio», «sombra», «vacío» etcétera. Digo «del hombre y su justicia», «océano pacífico», lo que me dejan. Pido la paz y la palabra. Blas de Otero

Jenny Nystrøm, "Cenicienta"

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el Abr 7, 2018 at 9:14 PDT

Invitación al aire 💫

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Te invito, sombra, al aire. Sombra de veinte siglos, a la verdad del aire, del aire, aire, aire. Sombra que nunca sales de tu cueva, y al mundo no devolviste el silbo que al nacer te dio el aire, del aire, aire, aire. Sombra sin luz, minera por las profundidades de veinte tumbas, veinte siglos huecos sin aire, del aire, aire, aire. ¡Sombra, a los picos, sombra, de la verdad del aire, del aire, aire, aire! 🧚‍♀️ Rafael Alberti Sophie Gengembre Anderson, The Turtle Dove

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      <<(...) nunca empezamos una nueva vida sino que seguimos viviendo la misma de siempre>>. Imre Kertész, Sin destino

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 No, no has muerto, no… 💫

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No, no has muerto, no. Renaces, con las rosas en cada primavera. Como la vida, tienes tus hojas secas; tienes tu nieve, como la vida… Mas tu tierra, amor, está sembrada de profundas promesas, que han de cumplirse aún en el mismo olvido. ¡En vano es que no quieras! La brisa dulce torna, un día, al alma; una noche de estrellas, bajas, amor, a los sentidos, casto como la vez primera. ¡Pues eres puro, eres eterno! A tu presencia, vuelven por el azul, en blanco bando, blancas palomas que creíamos muertas… Abres la sola flor con nuevas hojas… Doras la inmortal luz con lenguas nuevas… ¡Eres eterno, amor, como la primavera! 🧚‍♀️ Juan Ramón Jiménez John William Waterhouse, Nymphs Finding the Head of Orpheus  (1900)

Funchal... ♡

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el 21 de Oct de 2017 a la(s) 2:16 PDT

El limonero lánguido suspende… 💫

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El limonero lánguido suspende una pálida rama polvorienta sobre el encanto de la fuente limpia, y allá en el fondo sueñan los frutos de oro… Es una tarde clara, casi de primavera; tibia tarde de marzo, que al hálito de abril cercano lleva; y estoy solo, en el patio silencioso, buscando una ilusión cándida y vieja: alguna sombra sobre el blanco muro, algún recuerdo, en el pretil de piedra de la fuente dormido, o, en el aire, algún vagar de túnica ligera. En el ambiente de la tarde flota ese aroma de ausencia que dice al alma luminosa: nunca, y al corazón: espera. Ese aroma que evoca los fantasmas de las fragancias vírgenes y muertas. Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara, casi de primavera, tarde sin flores, cuando me traías el buen perfume de la hierbabuena, y de la buena albahaca, que tenía mi madre en sus macetas. Que tú me viste hundir mis manos puras en el agua serena, para alcanzar los frutos encantados que hoy en el fondo de la fuente sueñan… Sí, te conozco, tarde alegre y clara,

Otoño

  Otoño de manos de oro. Ceniza de oro tus manos dejaron caer al camino. Ya vuelves a andar por los viejos paisajes desiertos. Ceñido tu cuerpo por todos los vientos de todos los siglos. Otoño de manos de oro: Con el canto del mar retumbando en tu pecho infinito, Sin espigas ni espinas que puedan herir la mañana, Con el alba que moja su cielo en las flores del vino, Para dar alegría al que sabe que vive De nuevo has venido. Con el humo y el viento y el canto y la ola temblando, En tu gran corazón encendido. José Hierro

Belle... Guadalupe ♡

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el Mar 25, 2018 at 11:23 PDT

No volveré a ser joven 💫

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Que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde -como todos los jóvenes, yo vine a llevarme la vida por delante. Dejar huella quería y marcharme entre aplausos -envejecer, morir, eran tan solo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra. 🧚‍♀️ Jaime Gil de Biedma John Collier, Priestess of Delphi  (1891)

A mi ropa tendida

Me la están refregando, alguien la aclara. ¡Yo que desde aquel día la eché a lo sucio para siempre, para ya no lavarla más, y me servía! ¡Si hasta me está más justa! No la he puesto pero ahí la veis todos, ahí, tendida, ropa tendida al sol. ¿Quién es? ¿Qué es esto? ¿Qué lejía inmortal, y que perdida jabonadura vuelve, qué blancura? Como al atardecer el cerro es nuestra ropa desde la infancia, más y más oscura y ved la mía ahora. ¡Ved mi ropa, mi aposento de par en par! ¡Adentro con todo el aire y todo el cielo encima! ¡Vista la tierra tierra! ¡Más adentro! ¡No tenedla en el patio: ahí en la cima, ropa pisada por el sol y el gallo, por el rey siempre! He dicho así a media alba porque de nuevo la hallo, de nuevo el aire libre sana y salva. Fue en el río, seguro, en aquel río donde se lava todo, bajo el puente. Huele a la misma agua, a cuerpo mío. ¡Y ya sin mancha! ¡Si hay algún valiente, que se la ponga! Sé que le ahogaría. Bien sé que al pie del corazón no es blanca pero no importa: un