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Mostrando entradas de septiembre, 2018
8. Cuerpo de cobre. Alma de oro
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Nicolás Flamel « El cobre no descansa hasta convertirse en oro » , eso decía el maestro Eckehart: el cobre que no es cobre, sino espejo en el que se miran cuerpo y alma , cada cual andando su propio camino de perfección. Tu cuerpo y tu alma, mi alma y mi cuerpo, da igual. Que el cobre es el cuerpo . Y el oro el alma : el alma cuando llega a ese estado que la hace sagrada como el sol . Inmutable . Inmortal . Para Nicolás Flamel (1330 – 1417) -aquel hombre de fe que fue alquimista - la Obra alquímica : << hace bueno al hombre porque de él arranca la raíz de todos los pecados, haciéndole generoso, manso, piadoso, creyente y temeroso de Dios, por malo que haya sido . Porque desde ahora estará siempre lleno de la gracia y la misericordia que ha recibido de Dios y de la profundidad de sus maravillosas obras >>.
7. Del "Libro de los siete capítulos"
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William Fettes Douglas, El alquimista (1853) Alquimia es eso que los sabios llaman ars regia . Alquimia es esa que transmuta metales desde fuera y almas desde dentro . Alquimia , al fin, es aquello sobre lo que escribió el propio Hermes Trimegisto en el Libro de los siete capítulos , cuando así dijo: «Mirad, os he revelado lo que estaba escondido: la obra [ la alquimia ] está con vosotros y en vosotros ; y porque se halla siempre en vosotros, siempre la tendréis presente, estéis donde estéis , en la tierra o en el mar...».
6. De la tierra negra y la medicina espagírica
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Miguel Hernández Nájera, Alquimista Después del siglo XV solo la medicina espagírica - que así llamó Paracelso a aquel tipo de medicina que había derivado directamente de la alquimia - perduraría . Antes la al – kimiya árabe . La griega chima . La egipcia keme : la tierra negra que no solo transformaba metales sino también almas había ido relegándose lenta, como quien no quiere la cosa, a un segundo nivel , a ese que alberga todas aquellas materias que la razón del hombre es incapaz de explicar. Y se había hecho chica , nuestra alquimia , muy chica, tanto que de ella apenas si sobreviviría ese poco de medicina que te dije...