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Mostrando las entradas etiquetadas como Poemas

Estoy perdido 💫

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Profeta de mis fines no dudaba del mundo que pintó mi fantasía en los grandes desiertos invisibles. Reconcentrado y penetrante, solo, mudo, predestinado, esclarecido, mi aislamiento profundo, mi hondo centro, mi sueño errante y soledad hundida, se dilataban por lo inexistente, hasta que vacilé cuando la duda oscureció por dentro mi ceguera. Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo, entre las dos tinieblas, definía una ignorada juventud ardiente. Encuéntrame en la noche. Estoy perdido. 🧚‍♀️ Manuel Altolaguirre Lawrence Alma-Tadema, The Finding of Moses (1904)

Solo yo 💫

  ¡Yo solo vivo dentro de la primavera! (Los que la veis por fuera, ¿qué sabéis de mi centro, qué sabéis de su centro? Si salís a su encuentro, mi sangre no se altera…) ¡Yo solo vivo dentro de la primavera! Juan Ramón Jiménez

Mirar el río hecho de tiempo y agua… 💫

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Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño que sueña no soñar y que la muerte que teme nuestra carne es esa muerte de cada noche, que se llama sueño. Ver en el día o en el año un símbolo de los días del hombre y de sus años, convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo, ver en la muerte el sueño, en el ocaso un triste oro, tal es la poesía que es inmortal y pobre. La poesía vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Ítaca verde y humilde. El arte es esa Ítaca  de verde eternidad, no de prodigios. También es como el río interminable que pasa y queda y es cristal de un mismo Heráclito inconstante, que es el mismo y es otro, como el

Camina bella, como la noche… 💫

Camina bella, como la noche  De climas despejados y de cielos estrellados, Y todo lo mejor de la oscuridad y de la luz  Resplandece en su aspecto y en sus ojos,  Enriquecida así por esa tierna luz  Que el cielo niega al vulgar día. Una sombra de más, un rayo de menos, Hubieran mermado la gracia inefable Que se agita en cada trenza suya de negro brillo, O ilumina suavemente su rostro, Donde dulces pensamientos expresan Cuán pura, cuán adorable es su morada. Y en esa mejilla, y sobre esa frente,  Son tan suaves, tan tranquilas, y a la vez elocuentes, Las sonrisas que vencen, los matices que iluminan  Y hablan de días vividos con felicidad.  Una mente en paz con todo,  ¡Un corazón con inocente amor! 🧚‍♀️ Lord Byron

Contigo 💫

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No estás tan sola sin mí. Mi soledad te acompaña. Yo desterrado, tú ausente. ¿Quién de los dos tiene patria? Nos une el cielo y el mar. El pensamiento y las lágrimas. Islas y nubes de olvido a ti y a mí nos separan. ¿Mi luz aleja tu noche? ¿Tu noche apaga mis ansias? ¿Tu voz penetra en mi muerte? ¿Mi muerte se fue y te alcanza? En mis labios los recuerdos. En tus ojos la esperanza. No estoy tan solo sin ti. Tu soledad me acompaña. 🧚‍♀️ Manuel Altolaguirre John William Waterhouse, Circe  (1911)

Los dones de las hadas

Había gran asamblea de hadas para proceder al reparto de dones entre todos los recién nacidos llegados a la vida en las últimas veinticuatro horas. Todas aquellas antiguas y caprichosas hermanas del Destino; todas aquellas madres raras del gozo y del dolor, eran muy diferentes: tenían unas aspecto sombrío y ceñudo; otras, aspecto alocado y malicioso; unas, jóvenes que habían sido siempre jóvenes; otras, viejas que habían sido siempre viejas. Todos los padres que tienen fe en las hadas habían acudido, llevando cada cual a su recién nacido en brazos. Los dones, las facultades, los buenos azares, las circunstancias invencibles habíanse acumulado junto al tribunal, como los premios en el estrado para su reparto. Lo que en ello había de particular era que los dones no servían de recompensa a un esfuerzo, sino, por el contrario, eran una gracia concedida al que no había vivido aún, gracia capaz de determinar su destino y convertirse lo mismo en fuente de su desgracia que de su felicidad. Las

John William Godward... 💫

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 🧚‍♀️ John William Godward, The Tease  (1901)

Yo tenía doce años; dieciséis ella al menos... 💫

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Yo tenía doce años; dieciséis ella al menos. Alguien que era mayor cuando yo era pequeño. Al caer de la tarde, para hablarle a mis anchas, esperaba el momento en que se iba su madre; luego con una silla me acercaba a su silla, al caer de la tarde, para hablarle a mis anchas. ¡Cuánta flor la de aquellas primaveras marchitas, cuánta hoguera sin fuego, cuánta tumba cerrada! ¿Quién se acuerda de aquellos corazones de antaño? ¿Quién se acuerda de rosas florecidas ayer? Yo sé que ella me amaba. Yo la amaba también. Fuimos dos niños puros, dos perfumes, dos luces. Ángel, hada y princesa la hizo Dios. Dado que era ya persona mayor, yo le hacía preguntas de manera incesante por el solo placer de decirle: ¿Por qué? Y recuerdo que a veces, temerosa, evitaba mi mirada pletórica de mis sueños, y entonces se quedaba abstraída. Yo quería lucir mi saber infantil, la pelota, mis juegos y mis ágiles trompos; me sentía orgulloso de aprender mi latín; le enseñaba mi Fedro, mi Virgilio, la vida era un reto

Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata… 💫

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Joven, te ofrezco el don de esta copa de plata para que un día puedas colmar la sed ardiente, la sed que con su fuego más que la muerte mata. Mas debes abrevarte tan solo en una fuente, otra agua que la suya tendrá que serte ingrata, busca su oculto origen en la gruta viviente donde la interna música de su cristal desata, junto al árbol que llora y la roca que siente. Guíete el misterioso eco de su murmullo, asciende por los riscos ásperos del orgullo, baja por la constancia y desciende al abismo cuya entrada sombría guardan siete panteras: son los Siete Pecados las siete bestias fieras. Llena la copa y bebe: la fuente está en ti mismo. 🧚‍♀️ Rubén Darío John William Waterhouse, Circe Offering the Cup to Ulysses . Detalle   (1891)

Cantos nuevos 💫

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Dice la tarde: “¡Tengo sed de sombra!” Dice la luna: “¡Yo, sed de luceros!” La fuente cristalina pide labios y suspira el viento. Yo tengo sed de aromas y de risas, sed de cantares nuevos sin lunas y sin lirios, y sin amores muertos. Un cantar de mañana que estremezca a los remansos quietos del porvenir. Y llene de esperanza sus ondas y sus cienos. Un cantar luminoso y reposado pleno de pensamiento, virginal de tristeza y de angustias y virginal de ensueños. Cantar sin carne lírica que llene de risas el silencio (una bandada de palomas ciegas lanzadas al misterio). Cantar que vaya al alma de las cosas y al alma de los vientos y que descanse al fin en la alegría del corazón eterno. 🧚‍♀️ Federico García Lorca Lawrence Alma-Tadema, A Coign for Vantage  (1895)

La cautiva

Ya el sol esconde sus rayos, el mundo en sombras se vela, el ave a su nido vuela. Busca asilo el trovador. Todo calla: en pobre cama duerme el pastor venturoso: en su lecho suntüoso se agita insomme el señor. Se agita; mas ¡ay! reposa al fin en su patrio suelo; no llora en mísero duelo la libertad que perdió. Los campos ve que a su infancia horas dieron de contento, su oído halaga el acento del país donde nació. No gime ilustre cautivo entre doradas cadenas, que si bien de encanto llenas, al cabo cadenas son. Si acaso, triste lamenta, en torno ve a sus amigos, que, de su pena testigos, consuelan su corazón. La arrogante erguida palma que en el desierto florece, al viajero sombra ofrece, descanso y grato manjar. Y, aunque sola, allí es querida del árabe errante y fiero, que siempre va placentero a su sombra a reposar. Mas ¡ay triste! yo cautiva, huérfana y sola suspiro, el clima extraño respiro, y amo a un extraño también. No hallan mis ojos mi patria; humo han sido mis amores; nadie ca

En el eco de mis muertes... 💫

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En el eco de mis muertes aún hay miedo. ¿Sabes tú del miedo? Sé del miedo cuando digo mi nombre. Es el miedo, el miedo con sombrero negro escondiendo ratas en mi sangre, o el miedo con labios muertos bebiendo mis deseos. Sí. En el eco de mis muertes aún hay miedo. 🧚‍♀️ Alejandra Pizarnik Rogelio de Egusquiza, Tristán e Isolda (La muerte) (1910)

A veces te contemplo en una rama… 💫

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A veces te contemplo en una rama, en una forma, a veces horrorosa, en la noche, en el barro, en cualquier cosa, mi corazón entero arde en tu llama. Y sé que el cielo entre tus labios me ama, que el aire forma tu perfil de diosa de oro y de piedra, sola y orgullosa, que nadie existirá si no te llama. Entre tus manos quedaré indefensa, no viviré si no es para buscarte y cruzaré el dolor para adorarte, pues siempre me darás tu recompensa, que es mucho más de lo que te he pedido y casi todo lo que habré querido. 🧚‍♀️ Silvina Ocampo Gustav Klimt, Two Girls with an Oleander  (1892)

Amar lo delicado y lo otoñal 💫

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Amar lo delicado y lo otoñal, el arte antiguo, la canción de ayer; la clara transparencia del cristal como una forma espiritual de ser. Amar la gracia añeja del rosal y en rosas nuestro ensueño florecer. Para lo bello ser sensible, igual que un alma sensitiva de mujer. Vivir una emoción en cada cosa, y una fruición benigna y amorosa en todo afín espíritu dejar… Y ver las cosas con el narcisismo de hallar en todo el alma de uno mismo y en todo el alma de uno mismo amar. Mariano Brull Camille Corot, L'atelier de l'artiste  (c. 1865)

No es aire lo que respiro 💫

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No es aire lo que respiro, que es hielo que me está helando la sangre de mis sentidos. Tierra que piso se me abre. Cuanto miro se oscurece. Mis ojos se abren al llanto ya cuando el día amanece. Y antes del amanecer, abiertos miran al mundo y no lo quieren creer… 🧚‍♀️ Concha Méndez John Collier, Fire

A veces, en sueños, mi espíritu finge…

A veces, en sueños, mi espíritu finge escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de esfinge, de mitra dorada, y en Menfis viví. Ya muerto, mi alma siguió el vuelo errático, ciñendo en Solima, y a Osiris infiel, la mitra bicorne y el éfod hierático del gran sacerdote del Dios de Israel. Después, mis plegarias alcé con el druida y en bosque sagrado Velleda me amó. Fui rey merovingio de barba florida; corona de hierro mi sien rodeó. Más tarde, trovero de nobles feudales. canté sus hazañas, sus lances de honor, yanté a la su mesa, y en mil bacanales sentime beodo de vino y de amor. Y ayer, prior esquivo y austero los labios al Dios eucarístico, temblando acerqué: por eso conservo piadosos resabios, y busco el retiro siguiendo a los sabios y sufro nostalgias inmensas de fe. Amado Nervo

Afuera hay sol… 💫

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Afuera hay sol. No es más que un sol Pero los hombres lo miran y después cantan. Yo no sé del sol. Yo sé la melodía del ángel y el sermón caliente del último viento. Sé gritar hasta el alba cuando la muerte se posa desnuda en mi sombra. Yo lloro debajo de mi nombre. Yo agito pañuelos en la noche y sedientos de realidad bailan conmigo Yo oculto clavos para escarnecer a mis sueños enfermos. Afuera hay sol. Yo me visto de cenizas. 🧚‍♀️ Alejandra Pizarnik Alphonse Mucha, Four Seasons. Winter  (1897)

Neruda... ♡

      <<¿Cuánto vive el hombre, por fin? ¿Vive mil años o uno solo? ¿Vive  una semana o varios siglos? ¿Por cuánto tiempo muere el hombre?         ¿Qué quiere decir para siempre?>>. Pablo Neruda

Amor de mis entrañas, viva muerte…

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Amor de mis entrañas, viva muerte, en vano espero tu palabra escrita y pienso, con la flor que se marchita, que si vivo sin mí quiero perderte. El aire es inmortal. La piedra inerte ni conoce la sombra ni la evita. Corazón interior no necesita la miel helada que la luna vierte. Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas, tigre y paloma, sobre tu cintura en duelo de mordiscos y azucenas. Llena pues de palabras mi locura o déjame vivir en mi serena noche del alma para siempre oscura. 🧚‍♀️ Federico García Lorca Francesco Hayez, The Kiss  (1859)

Como soy reina y fui mendiga, ahora… 💫

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Como soy reina y fui mendiga, ahora vivo en puro temblor de que me dejes, y te pregunto, pálida, a cada hora: «¿Estás conmigo aún? ¡Ay, no te alejes!» Quisiera hacer las marchas sonriendo y confiando ahora que has venido; pero hasta en el dormir estoy temiendo y pregunto entre sueños: «¿No te has ido?» 🧚‍♀️ Gabriela Mistral Edmund Blair Leighton, Con amore