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Tus ojos eran mi aire… 💫
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Tus ojos eran mi aire y el aire para sí jugaba a ser redondo, rodando. Tus ojos eran mi aire y mi fuego, y los dos entre sí jugaban uno a mantener al otro, consumiéndose. Tus ojos eran mi aire y mi fuego, pero también mi agua, y los tres entre sí jugaban uno a consumir el otro, manteniéndose. Porque tus ojos eran mi agua mi fuego y mi aire, tengo transida de rumor el alma como el árbol de pino la madera, y tengo más: las raíces anudadas a ti, porque tus ojos eran mi aire mi fuego y mi agua, pero también mi tierra. 🧚♀️ José Gorostiza Herbert James Draper, The Gates of Dawn (1900)
Se puede estar convencido...
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<<(...) se puede estar convencido de querer algo -quizá durante años-, si se sabe que el deseo es irrealizable. Pero si de pronto se encuentra uno ante la posibilidad de que ese deseo ideal se convierta en realidad, solo se desea una cosa: no haberlo deseado>>. Michael Ende, La historia interminable
Había una barcaza, con personajes torvos… 💫
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Había una barcaza, con personajes torvos, en la orilla dispuesta. La noche de la tierra, sepultada. Y más allá aquel barco, de luces mortecinas, en donde se apiñaba, con fervor, aunque triste, un gentío enlutado. Enfrente, aquella bruma cerrada bajo un cielo sin firmamento ya. Y una barca esperando, y otras varadas. Llegábamos exhaustos, con la carne tirante, algo seca. Un aire inmóvil, con flecos de humedad, flotaba en el lugar. Todo estaba dispuesto. La niebla, aún más cerrada, exigía partir. Yo tenía los ojos velados por las lágrimas. Dispusimos los remos desgastados y como esclavos, mudos, empujamos aquellas aguas negras. Mi madre me miraba, muy fija, desde el barco en el viaje aquel de todos a la niebla. 🧚♀️ Francisco Brines Sebastian Pether, River Scene (1840)
Por veredas de sueño y habitaciones sordas
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Por veredas de sueño y habitaciones sordas tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y llamándome pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo si la cifra se mezcla con las letras del sueño, si solamente estás donde ya no te busco. Julio Cortázar
Un libro...
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<<(...) un libro solo es bueno en la medida en que nos trae un diálogo latente, en que sentimos que el autor sabe imaginar concretamente a su lector y este percibe como si de entre las líneas saliese una mano ectoplásmica que palpa su persona, que quiere acariciarla -o bien, muy cortésmente, darle un puñetazo>> . José Ortega y Gasset, La rebelión de las masas