Entradas
Mostrando entradas de julio, 2024
Las doce en el reloj
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Dije: ¡Todo ya pleno! Un álamo vibró. Las hojas plateadas sonaron con amor. Los verdes eran grises, el amor era sol. Entonces, mediodía, un pájaro sumió su cantar en el viento con tal adoración que se sintió cantada bajo el viento la flor crecida entre las mieses, más altas. Era yo, centro en aquel instante de tanto alrededor, quien lo veía todo completo para un dios. Dije: Todo, completo. ¡Las doce en el reloj! Jorge Guillén
Librería Lello, Oporto...
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
...
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
<<¿Cómo (...) podía un hombre disfrutar si su sueño era interrumpido a las 6:30 de la mañana por el estrépito de un despertador, tenía que saltar fuera de la cama, vestirse, desayunar sin ganas, (...) cepillarse los dientes y el pelo y pelear con el tráfico hasta llegar a un lugar donde esencialmente ganaba cantidad de dinero para algún otro y aún así se le exigía mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacerlo? >> Charles Bukowski, Factotum
Charles Edmund Brock...
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
La flor solitaria 💫
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
No vienen en tu busca, pobre flor solitaria; -y, sin embargo, eres más bella que la rosa pregonadora, que la mano partidaria del destino abrió altiva, visible y victoriosa-. Oyes, solo, en tu olvido, la verdad de la fuente, que, cantándote amor, te vuelve sobre el cielo, el verderón te cerca de un misterio elocuente, la mariposa para por ti su blanco vuelo… Y nadie sabe, flor, el encanto bendito de tu soledad única, estasiada y divina, cuando, a una brisa de oro, teñida de infinito, el sol se va ocultando tras tu verde colina. 🧚♀️ Juan Ramón Jiménez John William Waterhouse, Sweet summer (1912)
Quel est celui de nous...
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Quel est celui de nous qui n’a pas, dans ses jours d’ambition, rêvé le miracle d’une prose poétique, musicale sans rythme et sans rime, assez souple et assez heurtée pour s’adapter aux mouvements lyriques de l’âme, aux ondulations de la rêverie, aux soubresauts de la conscience? Charles Baudelaire , Le Spleen de Paris