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A Katherine Mansfield...

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9. De Titus B. y la perfección adánica

A lo mejor te preguntas   que quién me cuenta todo esto que aquí te escribo, y que tú lees. Es verdad,   nunca te lo he dicho , pero es que no es uno, o una: a ver, sí es uno, pero no siempre es el mismo, sino uno distinto a cada tramo que abordamos de la Historia.   El que está ahora a mi lado, el que tanto sabe de alquimia y me lo chiva todo y me mete prisa para que te siga contando se llama Titus B.        Siempre   va escribiendo en un libro   al compás que habla y anda . Es un duendecillo . Uno de esos muy traviesos a los que les gusta corretear por entre los pasos de los viajeros cansados y chillarles al pie de las orejas, sabes cuáles te digo, ¿no? Pues de esos, de esos que además está llenito Brocelianda . Me está tirando del brazo . Es muy malo y muy pesado.   Me dice que me levante ya . Que llevo yo no sé cuántos días sentada en esta piedra . Que si no me duelen las posaderas… eso me dice: las posaderas :) Y yo le digo Venga, Titus B., dime de una vez lo que

Beatrix Potter...

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Beatrix Potter , The Tale of Peter Rabbit 1902

El Reloj Astronómico de Praga...

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Una piedra sobre la que reposar

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Estoy muy cansada . Sin que sea cierto me pareciera llevar el peso del plomo sobre los hombros .   Me pareciera que   toda yo   me estoy volviendo de plomo . Y aún no sé ni cuánto tarda ese metal en hacerse de oro ... No te lo he dicho, pero   me he sentado . No te lo he dicho y ya   estoy sentada sobre una piedra . Es grande. Y lisa. Lo suficientemente grande y lo suficientemente lisa como para aguantar el peso de mi carga hasta que me levante. Y me vaya. Tampoco te lo he dicho, pero es   una piedra encantada . Aunque no sé por qué pienso que tal vez te sorprendas al leer esto, cuando de sobra sé que sabes que   Brocelianda entera se mueve al son con que balancea el viento sus hojas mágicas . Aquí me quedo , pues. Ya me levantaré.   El sábado me levantaré ...

Ralph Ellison...

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Hier encore... ♡

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Los Picapiedra... ♡

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8. Cuerpo de cobre. Alma de oro

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Nicolás Flamel « El cobre no descansa hasta convertirse en oro » , eso decía el maestro   Eckehart:   el cobre que no es cobre, sino   espejo en el que se miran cuerpo y alma , cada cual andando su propio camino de perfección. Tu cuerpo y tu alma, mi alma y mi cuerpo, da igual. Que  el cobre es el cuerpo .   Y el oro el alma : el alma cuando llega a ese estado que la hace   sagrada como el sol .   Inmutable .   Inmortal . Para   Nicolás Flamel   (1330 – 1417) -aquel hombre de fe que fue alquimista -   la   Obra   alquímica :   << hace bueno al hombre   porque de él arranca la raíz de todos los pecados, haciéndole generoso, manso, piadoso, creyente y temeroso de Dios,   por malo que haya sido . Porque desde ahora estará siempre lleno de la gracia y la misericordia que ha recibido de Dios y de la profundidad de sus maravillosas obras >>.