De un abril... 💫
Otra vez huele el bosque, se ciernen las alondras, elevándose con el cielo, que estaba pesado en nuestros hombros; cierto es que se veía por las ramas el día qué vacío que estaba; pero tras de lluviosas tardes largos vienen las horas nuevas, soleadas de oro, huyendo de las cuales, en fachadas lejanas, todas las desgarradas ventanas temerosas agitan sus batientes. Luego se hace la calma. Hasta la lluvia cae más queda en el brillo de la piedra, que en paz se ensombrece. Los ruidos enteros se agazapan en los fúlgidos brotes de las yemas. Rainer María Rilke John William Godward, He Loves Me, He Loves Me Not (1896)