El camino se parte aquí , tú a lo mejor no lo ves, desde ahí desde donde estás sentad@. Pero se parte. Hay una piedra gigante - para Titus B. más gigante que para mí ;) - taponando la senda . El pequeño duende se acerca a ella. Deja por vez primera desde que lo conozco el Libro en el suelo y la manosea llevando los dedos todo lo alto que lo dejan sus brazos… - Mira, mujercita. Miro. - Lleva esculpida una leyenda , ¿la ves? Aquí, casi en la base, a mi altura, entre las sombras. Agáchate, agáchate más. Al tenderme de bruces sobre el suelo veo la inscripción. Pero está muy borrosa y escrita en una lengua extraña . No sé leerla. Titus B. se acomoda sobre la nariz las minúsculas lentes que lleva atadas con un cordel blanco al chaleco. Y con las manitas va marcando el sendero por el que discurren las palabras. Y lee: « Con ayuda de Dios omnipotente, esta piedra os librará y preservará de todas las enfermedades , por graves que sean,