Entradas

...

Imagen

Vuelve, mi dulce lira 💫

Imagen
Vuelve, mi dulce lira, vuelve a tu estilo humilde, y deja a los Homeros cantar a los Aquiles. Canta tú la cabaña con tonos pastoriles, y los épicos metros a Virgilio no envidies. No esperes en la corte gozar días felices, y vuélvete a la aldea, que tu presencia pide. Ya te aguardan zagales que con flores se visten, y adornan sus cabezas y cuellos juveniles. Ya te esperan pastores, que deseosos viven de escuchar tus canciones, que con gusto repiten. Y para que sus voces a los ecos admiren y repitan tus versos los melodiosos cisnes, vuelve, mi dulce lira, vuelve a tu tono humilde, y deja a los Homeros cantar a los Aquiles. 🧚‍♀️ José Cadalso John Anster Fitzgerald, The Fairies' Favourite  (c. 1860)

Rima I: Yo sé un himno gigante y extraño

Yo sé un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora, y estas páginas son de ese himno cadencias que el aire dilata en las sombras. Yo quisiera escribirlo, del hombre domando el rebelde, mezquino idioma, con palabras que fuesen a un tiempo suspiros y risas, colores y notas. Pero en vano es luchar; que no hay cifra capaz de encerrarlo, y apenas ¡oh, hermosa! si, teniendo en mis manos las tuyas, pudiera, al oído, contártelo a solas. Gustavo Adolfo Bécquer

La novela...

     <<(...) la novela, con un tratamiento adecuado, puede poner al descubierto los recovecos más secretos de la vida: porque son los lugares pasionalmente secretos de la vida, por encima de todo, los que la marea de la conciencia sensible debe cubrir y dejar al descubierto, limpiar y refrescar>>. D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley

Imagen

Objetos perdidos

Por veredas de sueño y habitaciones sordas tus rendidos veranos me aceleran con sus cantos Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y llamándome pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo si la cifra se mezcla con las letras del sueño, si solamente estás donde ya no te busco. 🧚‍♀️ Julio Cortázar

A Dulcinea del Toboso

¡Oh, quién tuviera, hermosa Dulcinea, por más comodidad y más reposo, a Miraflores puesto en el Toboso, y trocara sus Londres con tu aldea! ¡Oh, quién de tus deseos y librea alma y cuerpo adornara, y del famoso caballero que hiciste venturoso mirara alguna desigual pelea! ¡Oh, quién tan castamente se escapara del señor Amadís como tú hiciste del comedido hidalgo don Quijote! Que así envidiada fuera, y no envidiara, y fuera alegre el tiempo que fue triste, y gozara los gustos sin escotes. Miguel de Cervantes Saavedra

Lisboa...

Una publicación compartida de Lola García de Luna (@lolagarciadeluna) el 2 de Jul de 2016 a la(s) 8:16 PDT

 A una alondra 💫

Imagen
¡Sé bienvenido, jubiloso espíritu! No fuiste nunca un pájaro, tú, que desde los cielos o cerca de sus lindes, el corazón derramas en profusos acentos, con arte no pensado. Alta, siempre más alta, de la tierra te lanzas como nube de fuego; por el azul revuelas y cantando, te ciernes y, cerniéndote, cantas. En dorados relámpagos del sol, ya trasmontado, donde se encienden nubes, flotas tú y te deslizas como gozo sin cuerpo que empieza su carrera. La tardecita pálida y purpúrea, en torno de tu vuelo se funde: como estrella del cielo, al ser día, invisible eres tú, pero escucho tu voz dulce y aguda, fina como las flechas de la esfera de plata, cuya viva luz mengua en la blanca alborada, y ya, sin verla apenas, lejana la sentimos. Todo el aire y la tierra de tus trinos se colman: así, en la noche pura, desde una nube sola, derrama luz la luna y se inundan los cielos. No sabemos quién eres. Y a ti más parecido ¿qué habrá? De la irisada nube no fluyen nunca gotas tan radiantes, como de tu pre