El lunático
El sol adormecido en las brumas se aleja Y como un astro muerto yace mi pasión; La noche a lo largo del muelle se refleja; Mi viejo corazón es un Rey sin razón. Cada ser de una rueda es el eje que gira, Cae, ofrenda y afrenta, en el yunque el dolor; Los rostros grises son una espuma que tira La marea del asfalto y la luz sin color. ¿Dónde estamos amor? ¿Sí es verdad que estamos? La luna se esconde cuando nos acercamos Al borde de los techos huecos de metal. Y el ojo blanco por las calles todavía Envidia el resplandor fijamente glacial Del astro que murió antes de abrir el día. Marguerite Yourcenar