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Gandalf...

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<< Gandalf recordaba otra primavera , unos ochenta años atrás, cuando Bilbo había partido de Bolsón Cerrado sin llevarse ni siquiera un pañuelo (…) >> . J. R. R. Tolkien, El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo

17. El "router" enfermo

Siento haber desaparecido . Siento que tal vez me buscases aquí y no me vieras. Siento los días perdidos y la dichosa impotencia del qué voy a hacer.   Lo siento . Una razón a más vulgar y a más mundana me ha mantenido alejada del camino y todavía ahora me hace temer que eso vuelva a suceder: que   mi   router   se averió   y no está del todo arreglado. Que no, señor, que estoy enganchada por un cable a ese aparatito del diablo que no parece querer dejarme más la libertad. Entre tanto, mientras pasaban y se fueron quedando atrás tantos días,  el duende estuvo malito . Durmió sobre el lecho de hojas secas que dispuse para él a la estrecha sombra del letrero. Durmió y aún duerme, y   se acurruca bajo las finas páginas del Libro Grande hundido en esa fiebre tan pegajosa y tan suya   que está hecha de tristeza. Ojalá el jueves despierte...

Dorothy M. Wheeler, "Little Bo Peep" ♡

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Sapientia...

Sapientia sola libertas est Séneca   

Coleridge...

Día tras día, día tras día, atascados, sin brisa ni movimiento; tan  inútiles como un navío pintado sobre  un océano pintado. Agua, agua, por todas partes, y todos  los tablones se encogían; agua, agua,  por todas partes, ni una sola gota que  beber. Samuel Coleridge , La balada del viejo marinero (fragmento)

Otoño...

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El tiempo...

      << El tiempo, que fue nuestra partera, será nuestro verdugo. Ayer el tiempo nos dio de mamar y mañana nos comerá >> . Eduardo Galeano, Espejos. Una historia casi universal

16. El duende triste

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La paloma   se marchó de mi regazo   aquella misma madrugada. No hizo ruido. No le oímos las alas. Solo se fue. Te había dicho que   Titus B.   está muy triste , ¿todavía quieres saber qué le pasa? Porque prometí contártelo, no se me olvida. Él no me ha dicho nada, pero ni falta que hace, lo conozco demasiado bien.   Camina taciturno a mi lado , sin leer el Libro Grande. Sin escribir nada en él. Camina en silencio. A veces me da miedo. Pienso que se lo puede estar llevando, ese silencio, cual gigante ladrón que carga al hombro un pajarillo. Fíjate que me entran hasta ganas de cogerlo en brazos, y arrullarlo como si fuera un niño chico, pero no lo cojo ni nada, se enfadaría muchísimo. Al igual que yo ,   él , en medio de su soberbia pequeñez,   también se imaginaba mi maestro . Y ahora ese Libro Grande que tanto le pesa y que carga al andar le ha dicho que no, que él de maestro nada. Que no es nadie en este mundo de plomo que quiere ser oro. Por eso está triste.

El arte...

     «El arte no reproduce lo visible ; hace visible». Paul Klee