1. Un mundo llamado alquimia
Quiero hablarte de una cosa de la que apenas sé nada. Tengo, eso sí, la mesa de estudio bien repleta de papeles, papeles, papeles, todos y cada uno de ellos con sus respectivos montones de letras, y muchas, muchas ganas de saber cuanto pueda saberse sobre ella: la alquimia.
Que se llama alquimia la razón de mis inquisidores desvelos (inquisidores, menuda palabra).
Que se llama alquimia y, si quieres, puedes aprender conmigo si es que, como a mí, también a ti te es desconocida. Yo te invito. Marcharemos despacio. Y puedes, por favor, corregirme si me equivoco, ayudarme a enderezar el paso en esta senda retuerta que me dispongo a emprender casi a oscuras. Al fin y al cabo de eso se trata, ¿no?
De llegar al conocimiento. De andar en busca de la verdad más grande.
Nos vemos en el camino...
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